Seguimos aprendiendo...

He tropezado en la misma piedra numerosísimas veces, y he buscado y rebuscado el motivo de por qué cuando tengo la piedra delante hago como que no la veo y al final... al suelo!!
Varios motivos se me ocurren... y varias soluciones también.
Es una cuestión de actitud; esa manera tan pasional que tengo de vivir las cosas, esas ganas de compartir experiencias, esa necesidad de mostrarme tal y como soy, de compartir todo lo que para mí tiene un valor especial, demasiado pronto tal vez, son las que me llevan a vivir situaciones desagradables y duras.
Creo que he aprendido la lección, a base de palos no, lo siguiente. En temas de amistad he aprendido a no darlo todo a la primera de cambio, a ir con pies de plomo y no suponer nunca nada sin total certeza, a no dejarme llevar, a no creer en las palabras sino en las acciones... he aprendido muchas cosas...muchísimas... He cometido errores, siempre los cometo, pero intento aprender también de ellos. El problema es que todo el mundo no aprende de sus errores, incluso no quieren reconocer cuál es el error.
Sólo decir que toda experiencia te enseña algo, te da fuerza y sabiduría, y te ayuda a comprender el complicadísimo funcionamiento de caminar por esto a lo que llamamos vida, con sus momentos divertidos y sus momentos no tan divertidos, dolorosos. Pero lo importante es encontrar un motivo, una ilusión, un sueño por el que seguir adelante... porque como siempre digo... sabe dios lo que nos habrá de pasar todavía... esto acaba de empezar...